hasta y desde los lugares de observación
Con pájaros en la cabeza… en Palawan
A medio camino entre dos mundos, Palawan es un punto de encuentro para las faunas de Malesia y Filipinas. La isla estuvo un día unida a Borneo mediante un puente de tierra, por lo que las especies de origen Indo-Malayo dominan hoy la avifauna local. Pero las corrientes y vientos predominantes posibilitaron también la llegada de náufragos del norte, como un recordatorio de que, en definitiva, Palawan sigue siendo parte del Archipiélago Filipino. El aislamiento acabó por dotar al territorio de su propia singularidad, generando hasta 20 endemismos que no pueden ser hallados en ningún otro lugar.
Esta desbordante biodiversidad, y la calidad y buen acceso de sus paisajes naturales, hacen de Palawan un DESTINO DE PRIMER NIVEL PARA LA OBSERVACIÓN DE AVES.
Las rutas de observación de aves incluyen
Con pájaros en la cabeza… en Palawan
A medio camino entre dos mundos, Palawan es un punto de encuentro para las faunas de Malesia y Filipinas. La isla estuvo un día unida a Borneo mediante un puente de tierra, por lo que las especies de origen Indo-Malayo dominan hoy la avifauna local. Pero las corrientes y vientos predominantes posibilitaron también la llegada de náufragos del norte, como un recordatorio de que, en definitiva, Palawan sigue siendo parte del Archipiélago Filipino. El aislamiento acabó por dotar al territorio de su propia singularidad, generando hasta 20 endemismos que no pueden ser hallados en ningún otro lugar.
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A medio camino entre dos mundos, Palawan es un punto de encuentro para las faunas de Malesia y Filipinas. La isla estuvo un día unida a Borneo mediante un puente de tierra, por lo que las especies de origen Indo-Malayo dominan hoy la avifauna local. Pero las corrientes y vientos predominantes posibilitaron también la llegada de náufragos del norte, como un recordatorio de que, en definitiva, Palawan sigue siendo parte del Archipiélago Filipino. El aislamiento acabó por dotar al territorio de su propia singularidad, generando hasta 20 endemismos que no pueden ser hallados en ningún otro lugar.
Esta desbordante biodiversidad, y la calidad y buen acceso de sus paisajes naturales, hacen de Palawan un DESTINO DE PRIMER NIVEL PARA LA OBSERVACIÓN DE AVES.
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Sevicio personalizado
Nos adaptamos a tus necesidades para que puedas cumplir tus objetivos
Guías nativos
Nuestro guías locales te ayudarán a encontrar tu ave de forma segura
Asesoramiento experto
Somos ornitólogos deseando compartir conocimientos
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El bosque tropical
El grupo de las aves encarna como pocos la riqueza del bosque tropical. No resulta sencillo resumir, en unas pocas líneas, la extraordinaria diversidad de aves que habita los trópicos del planeta. Afortunadamente, al menos en Palawan, tres especies icónicas pueden servirnos de guía.
El Cálao de Palawan (Anthracoceros marchei) es sin duda el señor de la bóveda forestal. Los cálaos, como otras aves frugívoras, son ingenieros del bosque que cumplen un papel fundamental en la dispersión de semillas y la regeneración de la cobertura vegetal. Comparten los niveles superiores de la selva con otros tres endemismos de la isla, el Verdín de Palawan (Chloropsis palawanensis), el Carbonero de Palawan (Parus amabilis) y el Picaflores de Palawan (Prionochilus plateni), y con un buen número de especies de origen Indo-Malayo, como la Irena Dorsiazul (Irena puella), el Minivet Encendido (Pericrocotus igneus), la Iora Común (Aegithina tiphia), el Malcoha Pechicastaño (Phaenicophaeus curvirostris) y el Picatroncos Pizarroso (Mulleripicus pulverulentus), quienes harán las delicias de los amantes de las aves venidos de otras islas de Filipinas, al ser Palawan la única localidad del archipiélago en que pueden observarse.
Abajo, en el suelo del bosque, el tímido Espolonero de Palawan (Polyplectron emphanum) acaparará la atención los naturalistas que se adentran en el bosque. Afortunadamente para ellos, la a menudo infructuosa búsqueda de espoloneros servirá también para localizar otras aves de interés, incluyendo dos endemismos más, la Tordina Coronigris (Malacocincla cinereiceps) y la Ratina de Palawan (Ptinocichla falcata), así como la siempre fotogénica Pita Ventrirroja (Erythropitta erythrogaster). Desde lo alto, pero aún en el sotobosque, los observadores de aves serán a su vez observados por un trío de cazadores de percha formado enteramente por endemismos: el Monarca Colilargo de Palawan (Terpsiphone cyanescens), el Papamoscas de Balabac (Cyornis lemprieri) y el Shama de Palawan (Copsychus niger). El Papamoscas de Palawan (Ficedula platenae), un especialista de las marañas de bambú y ratán, resultará alo más difícil de localizar.
Los límites del bosque, así como los claros y zonas abiertas, son el hábitat del tercero de nuestros protagonistas, la Cacatúa Filipina (Cacatua haematuropygia). Antaño ampliamente distribuida por toda Filipinas, esta majestuosa ave está actualmente restringida a unos pocos enclaves en Masbate, Mindanao y Tawi-Tawi, siendo su último bastión la diminuta isla de Rasa frente a las costas de Palawan. El antiguo hábitat de las cacatúas pueden observarse aún otros Psittaciformes de interés, como el Lorito-momoto de Palawan (Prioniturus platenae) o el Loro Nuquiazul (Tanygnathus lucionensis), ambos endémicos de Palawan. También amante de los claros, el Miná Religioso (Gracula religiosa) podría bien pugnar con los anteriores como icono de Palawan, al menos en lo que respecta a su llamativo comportamiento y gran reputación entre los coleccionistas de aves.
El bosque tropical
El grupo de las aves encarna como pocos la riqueza del bosque tropical. No resulta sencillo resumir, en unas pocas líneas, la extraordinaria diversidad de aves que habita los trópicos del planeta. Afortunadamente, al menos en Palawan, tres especies icónicas pueden servirnos de guía.
El Cálao de Palawan (Anthracoceros marchei) es sin duda el señor de la bóveda forestal. Los cálaos, como otras aves frugívoras, son ingenieros del bosque que cumplen un papel fundamental en la dispersión de semillas y la regeneración de la cobertura vegetal. Comparten los niveles superiores de la selva con otros tres endemismos de la isla, el Verdín de Palawan (Chloropsis palawanensis), el Carbonero de Palawan (Parus amabilis) y el Picaflores de Palawan (Prionochilus plateni), y con un buen número de especies de origen Indo-Malayo, como la Irena Dorsiazul (Irena puella), el Minivet Encendido (Pericrocotus igneus), la Iora Común (Aegithina tiphia), el Malcoha Pechicastaño (Phaenicophaeus curvirostris) y el Picatroncos Pizarroso (Mulleripicus pulverulentus), quienes harán las delicias de los amantes de las aves venidos de otras islas de Filipinas, al ser Palawan la única localidad del archipiélago en que pueden observarse.
Abajo, en el suelo del bosque, el tímido Espolonero de Palawan (Polyplectron emphanum) acaparará la atención los naturalistas que se adentran en el bosque. Afortunadamente para ellos, la a menudo infructuosa búsqueda de espoloneros servirá también para localizar otras aves de interés, incluyendo dos endemismos más, la Tordina Coronigris (Malacocincla cinereiceps) y la Ratina de Palawan (Ptinocichla falcata), así como la siempre fotogénica Pita Ventrirroja (Erythropitta erythrogaster). Desde lo alto, pero aún en el sotobosque, los observadores de aves serán a su vez observados por un trío de cazadores de percha formado enteramente por endemismos: el Monarca Colilargo de Palawan (Terpsiphone cyanescens), el Papamoscas de Balabac (Cyornis lemprieri) y el Shama de Palawan (Copsychus niger). El Papamoscas de Palawan (Ficedula platenae), un especialista de las marañas de bambú y ratán, resultará alo más difícil de localizar.
Los límites del bosque, así como los claros y zonas abiertas, son el hábitat del tercero de nuestros protagonistas, la Cacatúa Filipina (Cacatua haematuropygia). Antaño ampliamente distribuida por toda Filipinas, esta majestuosa ave está actualmente restringida a unos pocos enclaves en Masbate, Mindanao y Tawi-Tawi, siendo su último bastión la diminuta isla de Rasa frente a las costas de Palawan. El antiguo hábitat de las cacatúas pueden observarse aún otros Psittaciformes de interés, como el Lorito-momoto de Palawan (Prioniturus platenae) o el Loro Nuquiazul (Tanygnathus lucionensis), ambos endémicos de Palawan. También amante de los claros, el Miná Religioso (Gracula religiosa) podría bien pugnar con los anteriores como icono de Palawan, al menos en lo que respecta a su llamativo comportamiento y gran reputación entre los coleccionistas de aves.
El bosque tropical
El grupo de las aves encarna como pocos la riqueza del bosque tropical. No resulta sencillo resumir, en unas pocas líneas, la extraordinaria diversidad de aves que habita los trópicos del planeta. Afortunadamente, al menos en Palawan, tres especies icónicas pueden servirnos de guía.
El Cálao de Palawan (Anthracoceros marchei) es sin duda el señor de la bóveda forestal. Los cálaos, como otras aves frugívoras, son ingenieros del bosque que cumplen un papel fundamental en la dispersión de semillas y la regeneración de la cobertura vegetal. Comparten los niveles superiores de la selva con otros tres endemismos de la isla, el Verdín de Palawan (Chloropsis palawanensis), el Carbonero de Palawan (Parus amabilis) y el Picaflores de Palawan (Prionochilus plateni), y con un buen número de especies de origen Indo-Malayo, como la Irena Dorsiazul (Irena puella), el Minivet Encendido (Pericrocotus igneus), la Iora Común (Aegithina tiphia), el Malcoha Pechicastaño (Phaenicophaeus curvirostris) y el Picatroncos Pizarroso (Mulleripicus pulverulentus), quienes harán las delicias de los amantes de las aves venidos de otras islas de Filipinas, al ser Palawan la única localidad del archipiélago en que pueden observarse.
Abajo, en el suelo del bosque, el tímido Espolonero de Palawan (Polyplectron emphanum) acaparará la atención los naturalistas que se adentran en el bosque. Afortunadamente para ellos, la a menudo infructuosa búsqueda de espoloneros servirá también para localizar otras aves de interés, incluyendo dos endemismos más, la Tordina Coronigris (Malacocincla cinereiceps) y la Ratina de Palawan (Ptinocichla falcata), así como la siempre fotogénica Pita Ventrirroja (Erythropitta erythrogaster). Desde lo alto, pero aún en el sotobosque, los observadores de aves serán a su vez observados por un trío de cazadores de percha formado enteramente por endemismos: el Monarca Colilargo de Palawan (Terpsiphone cyanescens), el Papamoscas de Balabac (Cyornis lemprieri) y el Shama de Palawan (Copsychus niger). El Papamoscas de Palawan (Ficedula platenae), un especialista de las marañas de bambú y ratán, resultará alo más difícil de localizar.
Los límites del bosque, así como los claros y zonas abiertas, son el hábitat del tercero de nuestros protagonistas, la Cacatúa Filipina (Cacatua haematuropygia). Antaño ampliamente distribuida por toda Filipinas, esta majestuosa ave está actualmente restringida a unos pocos enclaves en Masbate, Mindanao y Tawi-Tawi, siendo su último bastión la diminuta isla de Rasa frente a las costas de Palawan. El antiguo hábitat de las cacatúas pueden observarse aún otros Psittaciformes de interés, como el Lorito-momoto de Palawan (Prioniturus platenae) o el Loro Nuquiazul (Tanygnathus lucionensis), ambos endémicos de Palawan. También amante de los claros, el Miná Religioso (Gracula religiosa) podría bien pugnar con los anteriores como icono de Palawan, al menos en lo que respecta a su llamativo comportamiento y gran reputación entre los coleccionistas de aves.
Humedales
En los últimos años el Ánade Filipino (Anas luzonica) se ha convertido en todo un símbolo para la conservación de la fauna endémica de Filipinas. Aunque se consideró durante mucho tiempo ausente en Palawan, recientemente ha sido descubierta una pequeña población de la especie en el lago Manguao, el mayor lago de agua dulce de la isla. Ahora, los Ánades Filipinos de Palawan comparten hábitat con otra anátida emblemática, algo más común pero no menos llamativa, el Suirirí Capirotado (Dendrocygna arcuata).
Los humedales de Palawan son extraordinariamente ricos en especies de ardeidas. Aproximadamente la mitad de las especies del género Ixobrychus (avetorillos) del mundo están presentes en la isla, que también es visitada en invierno por el Avetoro Común (Botaurus stellaris). El elegante Martinete Canelo (Nycticorax caledonicus), como el Suirirí Capirotado, tiene una distribución australasiática. Las ardeidas de mayor tamaño están representadas por la imponente Garza de Sumatra (Ardea sumatrana), y por tres especies cosmopolitas bien conocidas por los naturalistas Europeos: la Garza Imperial (Ardea purpurea), la Garza Real (Ardea cinerea) y la Garceta Grande (Egretta alba).
La abundancia de presas atrae a los depredadores cerca del agua. En los árboles secos de la orilla es habitual encontrar aves de presa como el Milano Brahmán (Haliastur indus), el Pigargo Oriental (Haliaeetus leucogaster) o el Águila Pescadora (Pandion haliaetus), quienes suelen compartir sus oteaderos con Aningas Comunes (Anhinga melanogaster) y Alciones Picocigüeña (Pelargopsis capensis).
Humedales
En los últimos años el Ánade Filipino (Anas luzonica) se ha convertido en todo un símbolo para la conservación de la fauna endémica de Filipinas. Aunque se consideró durante mucho tiempo ausente en Palawan, recientemente ha sido descubierta una pequeña población de la especie en el lago Manguao, el mayor lago de agua dulce de la isla. Ahora, los Ánades Filipinos de Palawan comparten hábitat con otra anátida emblemática, algo más común pero no menos llamativa, el Suirirí Capirotado (Dendrocygna arcuata).
Los humedales de Palawan son extraordinariamente ricos en especies de ardeidas. Aproximadamente la mitad de las especies del género Ixobrychus (avetorillos) del mundo están presentes en la isla, que también es visitada en invierno por el Avetoro Común (Botaurus stellaris). El elegante Martinete Canelo (Nycticorax caledonicus), como el Suirirí Capirotado, tiene una distribución australasiática. Las ardeidas de mayor tamaño están representadas por la imponente Garza de Sumatra (Ardea sumatrana), y por tres especies cosmopolitas bien conocidas por los naturalistas Europeos: la Garza Imperial (Ardea purpurea), la Garza Real (Ardea cinerea) y la Garceta Grande (Egretta alba).
La abundancia de presas atrae a los depredadores cerca del agua. En los árboles secos de la orilla es habitual encontrar aves de presa como el Milano Brahmán (Haliastur indus), el Pigargo Oriental (Haliaeetus leucogaster) o el Águila Pescadora (Pandion haliaetus), quienes suelen compartir sus oteaderos con Aningas Comunes (Anhinga melanogaster) y Alciones Picocigüeña (Pelargopsis capensis).
Humedales
En los últimos años el Ánade Filipino (Anas luzonica) se ha convertido en todo un símbolo para la conservación de la fauna endémica de Filipinas. Aunque se consideró durante mucho tiempo ausente en Palawan, recientemente ha sido descubierta una pequeña población de la especie en el lago Manguao, el mayor lago de agua dulce de la isla. Ahora, los Ánades Filipinos de Palawan comparten hábitat con otra anátida emblemática, algo más común pero no menos llamativa, el Suirirí Capirotado (Dendrocygna arcuata).
Los humedales de Palawan son extraordinariamente ricos en especies de ardeidas. Aproximadamente la mitad de las especies del género Ixobrychus (avetorillos) del mundo están presentes en la isla, que también es visitada en invierno por el Avetoro Común (Botaurus stellaris). El elegante Martinete Canelo (Nycticorax caledonicus), como el Suirirí Capirotado, tiene una distribución australasiática. Las ardeidas de mayor tamaño están representadas por la imponente Garza de Sumatra (Ardea sumatrana), y por tres especies cosmopolitas bien conocidas por los naturalistas Europeos: la Garza Imperial (Ardea purpurea), la Garza Real (Ardea cinerea) y la Garceta Grande (Egretta alba).
La abundancia de presas atrae a los depredadores cerca del agua. En los árboles secos de la orilla es habitual encontrar aves de presa como el Milano Brahmán (Haliastur indus), el Pigargo Oriental (Haliaeetus leucogaster) o el Águila Pescadora (Pandion haliaetus), quienes suelen compartir sus oteaderos con Aningas Comunes (Anhinga melanogaster) y Alciones Picocigüeña (Pelargopsis capensis).
Manglares
Aunque no hay ningún ave en Palawan que pueda considerarse exclusiva de los manglares, este hábitat alberga una fascinante mezcla de especies acuáticas, marinas y de vegetación abierta que hacen la visita obligatoria.
La mayoría de las aves que habitan los bosques de mangle lo hacen por su afinidad por las formaciones boscosas abiertas. De este grupo, el Suimanga de Macklot (Leptocoma calcostetha) es quizá la especie más estrechamente ligada a los manglares. Menos exigentes en cuanto al hábitat son el Papamoscas de Manglar (Cyornis rufigastra) y el Silbador de Manglar (Pachycephala cinerea), quienes a pesar de su nombre habitan también los bosques inmaduros o degradados. Un caso similar al de otros paseriformes, como el Suimanga Gorgipúrpura (Leptocoma sperata), el Sastrecillo Colirrufo (Orthotomus sericeus), el Gerigón Sulfúreo (Gerygone sulfurea), el Abanico Pío Filipino (Rhipidura nigritorquis) y el Papamoscas Narciso (Ficedula narcisina). El orden Columbiformes contribuye con dos especies interesantes: la Dúcula Bicolor (Ducula bicolor) y la Tórtola Bicollar (Streptopelia bitorquata).
Los martines pescadores son un elemento fundamental de los manglares, como no podía ser de otro modo. De entre las muchas que habitan Palawan, tres especies en particular son habituales entre los mangles: el Alción Rojizo (Halcyon coromanda), el Alción Capirotado (Halcyon pileata) y el Martín Pescador Meninting (Alcedo meninting).
Completan esta variopinta lista varios limícolas y aves acuáticas, como el Alcaraván Picogrueso Australiano (Esacus magnirostris), la Gallineta Crestada (Gallicrex cinerea), la Gallineta Pechiblanca (Amaurornis phoenicurus), la Garcita Verdosa (Butorides striatus) y el Avetorillo Canelo (Ixobrychus cinnamomeus).
Manglares
Aunque no hay ningún ave en Palawan que pueda considerarse exclusiva de los manglares, este hábitat alberga una fascinante mezcla de especies acuáticas, marinas y de vegetación abierta que hacen la visita obligatoria.
La mayoría de las aves que habitan los bosques de mangle lo hacen por su afinidad por las formaciones boscosas abiertas. De este grupo, el Suimanga de Macklot (Leptocoma calcostetha) es quizá la especie más estrechamente ligada a los manglares. Menos exigentes en cuanto al hábitat son el Papamoscas de Manglar (Cyornis rufigastra) y el Silbador de Manglar (Pachycephala cinerea), quienes a pesar de su nombre habitan también los bosques inmaduros o degradados. Un caso similar al de otros paseriformes, como el Suimanga Gorgipúrpura (Leptocoma sperata), el Sastrecillo Colirrufo (Orthotomus sericeus), el Gerigón Sulfúreo (Gerygone sulfurea), el Abanico Pío Filipino (Rhipidura nigritorquis) y el Papamoscas Narciso (Ficedula narcisina). El orden Columbiformes contribuye con dos especies interesantes: la Dúcula Bicolor (Ducula bicolor) y la Tórtola Bicollar (Streptopelia bitorquata).
Los martines pescadores son un elemento fundamental de los manglares, como no podía ser de otro modo. De entre las muchas que habitan Palawan, tres especies en particular son habituales entre los mangles: el Alción Rojizo (Halcyon coromanda), el Alción Capirotado (Halcyon pileata) y el Martín Pescador Meninting (Alcedo meninting).
Completan esta variopinta lista varios limícolas y aves acuáticas, como el Alcaraván Picogrueso Australiano (Esacus magnirostris), la Gallineta Crestada (Gallicrex cinerea), la Gallineta Pechiblanca (Amaurornis phoenicurus), la Garcita Verdosa (Butorides striatus) y el Avetorillo Canelo (Ixobrychus cinnamomeus).
Manglares
Aunque no hay ningún ave en Palawan que pueda considerarse exclusiva de los manglares, este hábitat alberga una fascinante mezcla de especies acuáticas, marinas y de vegetación abierta que hacen la visita obligatoria.
La mayoría de las aves que habitan los bosques de mangle lo hacen por su afinidad por las formaciones boscosas abiertas. De este grupo, el Suimanga de Macklot (Leptocoma calcostetha) es quizá la especie más estrechamente ligada a los manglares. Menos exigentes en cuanto al hábitat son el Papamoscas de Manglar (Cyornis rufigastra) y el Silbador de Manglar (Pachycephala cinerea), quienes a pesar de su nombre habitan también los bosques inmaduros o degradados. Un caso similar al de otros paseriformes, como el Suimanga Gorgipúrpura (Leptocoma sperata), el Sastrecillo Colirrufo (Orthotomus sericeus), el Gerigón Sulfúreo (Gerygone sulfurea), el Abanico Pío Filipino (Rhipidura nigritorquis) y el Papamoscas Narciso (Ficedula narcisina). El orden Columbiformes contribuye con dos especies interesantes: la Dúcula Bicolor (Ducula bicolor) y la Tórtola Bicollar (Streptopelia bitorquata).
Los martines pescadores son un elemento fundamental de los manglares, como no podía ser de otro modo. De entre las muchas que habitan Palawan, tres especies en particular son habituales entre los mangles: el Alción Rojizo (Halcyon coromanda), el Alción Capirotado (Halcyon pileata) y el Martín Pescador Meninting (Alcedo meninting).
Completan esta variopinta lista varios limícolas y aves acuáticas, como el Alcaraván Picogrueso Australiano (Esacus magnirostris), la Gallineta Crestada (Gallicrex cinerea), la Gallineta Pechiblanca (Amaurornis phoenicurus), la Garcita Verdosa (Butorides striatus) y el Avetorillo Canelo (Ixobrychus cinnamomeus).
Montañas
Aproximadamente la mitad de la superficie de Palawan está ocupada por montañas con pendientes superiores al 30%. La cordillera central, que alcanza en su punto más alto los 2.000 m, recorre de norte a sur los 500 km de su longitud total. Tal es la importancia de los hábitats de montaña para la ecología de la isla.
Según se gana en altura, las noches se vuelven más frías, la amplitud térmica más acusada y la humedad constante. Como resultado el bosque se hace más bajo y los musgos, líquenes y epífitos comienzan a dominar el paisaje. Éste es sin duda un territorio para especialistas, aunque ciertas aves de tierras bajas, como el Ártamo Ventriblanco (Artamus leucorhynchus) o la Tórtola-cuco Parda (Macropygia phasianella), puedan llegar a adaptarse a las duras condiciones en altitud.
Aproximadamente una decena de especies de la avifauna de Palawan pueden ser consideradas verdaderas aves de montaña. La mayoría [Sastrecillo Montano (Phyllergates cuculatus), Mosquitero Tribandeado (Seicercus trivirgatus), Alicorto Azul (Brachypteryx montana) y Papamoscas Cejiníveo (Ficedula hyperythra)] colonizaron las cumbres del archipiélago desde Borneo y Asia continental. Otras [Cetia de la Sonda (Horornis vulcanius) y Mosquitero Pechiamarillo (Seicercus montis)] no llegaron a alcanzar las islas oceánicas más alejadas y están hoy restringidas en Filipinas a la isla Palawan.
Curiosamente dos especies, el Anteojitos Montano (Zosterops montanus) y el Papamoscas Citrino (Culicicapa helianthea), parecen haber evolucionado en algún lugar próximo a la línea de Wallace, bien en las Filipinas o en las Molucas, para después propagarse por las islas limítrofes a través del archipiélago de Talaud.
La última de las especies de montaña de Palawan, el Timalí de Palawan (Zosterornis hypogrammicus), es el único miembro del grupo endémico de la isla. La especie, de naturaleza curiosa, es bien conocida por los montañeros, a quienes suele dar la bienvenida a su llegada a las cumbres.
Montañas
Aproximadamente la mitad de la superficie de Palawan está ocupada por montañas con pendientes superiores al 30%. La cordillera central, que alcanza en su punto más alto los 2.000 m, recorre de norte a sur los 500 km de su longitud total. Tal es la importancia de los hábitats de montaña para la ecología de la isla.
Según se gana en altura, las noches se vuelven más frías, la amplitud térmica más acusada y la humedad constante. Como resultado el bosque se hace más bajo y los musgos, líquenes y epífitos comienzan a dominar el paisaje. Éste es sin duda un territorio para especialistas, aunque ciertas aves de tierras bajas, como el Ártamo Ventriblanco (Artamus leucorhynchus) o la Tórtola-cuco Parda (Macropygia phasianella), puedan llegar a adaptarse a las duras condiciones en altitud.
Aproximadamente una decena de especies de la avifauna de Palawan pueden ser consideradas verdaderas aves de montaña. La mayoría [Sastrecillo Montano (Phyllergates cuculatus), Mosquitero Tribandeado (Seicercus trivirgatus), Alicorto Azul (Brachypteryx montana) y Papamoscas Cejiníveo (Ficedula hyperythra)] colonizaron las cumbres del archipiélago desde Borneo y Asia continental. Otras [Cetia de la Sonda (Horornis vulcanius) y Mosquitero Pechiamarillo (Seicercus montis)] no llegaron a alcanzar las islas oceánicas más alejadas y están hoy restringidas en Filipinas a la isla Palawan.
Curiosamente dos especies, el Anteojitos Montano (Zosterops montanus) y el Papamoscas Citrino (Culicicapa helianthea), parecen haber evolucionado en algún lugar próximo a la línea de Wallace, bien en las Filipinas o en las Molucas, para después propagarse por las islas limítrofes a través del archipiélago de Talaud.
La última de las especies de montaña de Palawan, el Timalí de Palawan (Zosterornis hypogrammicus), es el único miembro del grupo endémico de la isla. La especie, de naturaleza curiosa, es bien conocida por los montañeros, a quienes suele dar la bienvenida a su llegada a las cumbres.
Montañas
Aproximadamente la mitad de la superficie de Palawan está ocupada por montañas con pendientes superiores al 30%. La cordillera central, que alcanza en su punto más alto los 2.000 m, recorre de norte a sur los 500 km de su longitud total. Tal es la importancia de los hábitats de montaña para la ecología de la isla.
Según se gana en altura, las noches se vuelven más frías, la amplitud térmica más acusada y la humedad constante. Como resultado el bosque se hace más bajo y los musgos, líquenes y epífitos comienzan a dominar el paisaje. Éste es sin duda un territorio para especialistas, aunque ciertas aves de tierras bajas, como el Ártamo Ventriblanco (Artamus leucorhynchus) o la Tórtola-cuco Parda (Macropygia phasianella), puedan llegar a adaptarse a las duras condiciones en altitud.
Aproximadamente una decena de especies de la avifauna de Palawan pueden ser consideradas verdaderas aves de montaña. La mayoría [Sastrecillo Montano (Phyllergates cuculatus), Mosquitero Tribandeado (Seicercus trivirgatus), Alicorto Azul (Brachypteryx montana) y Papamoscas Cejiníveo (Ficedula hyperythra)] colonizaron las cumbres del archipiélago desde Borneo y Asia continental. Otras [Cetia de la Sonda (Horornis vulcanius) y Mosquitero Pechiamarillo (Seicercus montis)] no llegaron a alcanzar las islas oceánicas más alejadas y están hoy restringidas en Filipinas a la isla Palawan.
Curiosamente dos especies, el Anteojitos Montano (Zosterops montanus) y el Papamoscas Citrino (Culicicapa helianthea), parecen haber evolucionado en algún lugar próximo a la línea de Wallace, bien en las Filipinas o en las Molucas, para después propagarse por las islas limítrofes a través del archipiélago de Talaud.
La última de las especies de montaña de Palawan, el Timalí de Palawan (Zosterornis hypogrammicus), es el único miembro del grupo endémico de la isla. La especie, de naturaleza curiosa, es bien conocida por los montañeros, a quienes suele dar la bienvenida a su llegada a las cumbres.